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Lugares para desconectar y pasar unas inolvidables vacaciones

PARQUE NATURALES, de Cantabria. Descubre estos espacios protegidos Parque Nacional de los Picos de Europa Parque Natural de los Collados del Asón Parque Natural de las Dunas de Liencres Parque Natural del Macizo de Peña Cabarga Parque Natural de Oyambre Parque Natural de Saja-Besaya Reserva Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel
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Cantabria
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PARQUE NATURALES, de Cantabria. Descubre estos espacios protegidos Parque Nacional de los Picos de Europa Parque Natural de los Collados del Asón Parque Natural de las Dunas de Liencres Parque Natural del Macizo de Peña Cabarga Parque Natural de Oyambre Parque Natural de Saja-Besaya Reserva Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel
CASTILLOS. Cantabria es conocida por su naturaleza, su románico, sus paisajes, su gastronomía, sus playas, sus acantilados y un montón de cosas más. Pero no es especialmente conocida por sus fortalezas, torres y castillos. Y lo cierto es que, en nuestro pequeño territorio, la muestra de estas construcciones es más que significativa. Por eso, os proponemos hoy, realizar un viaje en el tiempo recorriendo cinco castillos que puedes visitar Nuestro viaje en el tiempo nos trasladará hasta tres castillos, una torre con aspecto de castillo y un palacio que es un castillo. Este viaje nos permitirá acercarnos a las localidades de Argüeso, San Vicente de la Barquera, Castro Urdiales, Agüero y Santander. Castillo de San Vicente en Argüeso Este castillo de estilo gótico militar, es uno de los más conocidos de la región. Ubicado en Campoo, fue construido en el siglo XIII, al que se añadieron diversos cuerpos en el siglo XV, aunque en el lugar hay una necrópolis anterior. Perteneció desde el siglo XIV a la Casa de la Vega, uno de cuyos miembros, D. Diego Hurtado de Mendoza, fue el Primer Marqués de Argüeso, localidad en la que se encuentra, en 1475. En este castillo habitó Dña. Leonor de la Vega, mujer del Primer Duque del Infantado y madre del famoso Marqués de Santillana, que defendió su señorío contra los Manrique de Lara En la actualidad el castillo ha sido restaurado y rehabilitado como centro turístico-cultural de la comarca de Campoo, con exposiciones, conciertos, conferencias y recreaciones medievales que no te puedes perder. Además, desde sus dos torres podrás divisar una de las estampas más espectaculares de la Comarca de Campoo. Castillo de Santa Ana en Castro Urdiales Este castillo faro del siglo XII se encuentra en la parte alta de la villa marinera de Castro Urdiales. El castillo es de 1162, y a pesar de su nombre, no se comenzó a utilizar como faro hasta siete siglos después en 1853. Fue construido con un objetivo defensivo, para que los lugareños pudieran huir por el mar en caso de necesidad Este conjunto monumental es una fortaleza situada sobre un promontorio rocoso en una península donde también está la iglesia fortificada Sta. Mª de la Asunción, las ruinas de otra iglesia anterior, y la ermita de Santa Ana, construida a modo de atalaya, unida al castillo mediante un puente. Uno de los lugares más emblemáticos de la villa que no te puedes perder en tu visita a Castro Urdiales. Castillo del Rey en San Vicente de la Barquera El Castillo de San Vicente de la Barquera, conocido también como Castillo del Rey, fue construido en 1210 se encuentra en plena Puebla Vieja tras la concesión del fuero a la villa por Alfonso VIII. Es una robusta fortaleza del siglo XIII situado en lo alto de un espolón rocoso que domina la bahía de San Vicente, pudiendo disfrutar de magníficas vistas de los Picos de Europa, el Parque Natural de Oyambre y el mar Cantabrico. Como la mayor parte de las construcciones de carácter militar ha sufrido sucesivas reformas a lo largo de los siglos. Actualmente ha sufrido una cuidadosa rehabilitación convirtiéndolo en museo y centro cultural y cuenta con una exposición permanente sobre la historia y naturaleza de San Vicente de la Barquera. Castillo de Agüero El castillo de Agüero es una fortificación gótica situada en Agüero, muy cerca de Solares que data del siglo XIII y que fue reformado en el siglo XIV. Perteneciente a la familia Agüero desde el caballero Pedro González de Agüero, la construcción sirvió para defender el pueblo. Es la construcción más antigua de la zona y junto con la casona y la iglesia parroquial conforman un bien de interés cultural. En realidad se trata de una torre de planta cuadrangular, que es más larga que alta y sus esquinas están protegidas por cubos cilíndricos almenados, lo que le ha otorgado el nombre de castillo, ya que su aspecto es el de un castillo. El castillo se puede visitar aunque actualmente su interior se encuentra totalmente vacío. Castillo de Pronillo en Santander El palacio de Riva-Herrera o de Pronillo junto con la torre y las murallas, está ubicado en el barrio de Pronillo de Santander y forman un conjunto declarado Bien de Interés Cultural. A mediados del siglo XVI Fernando de la Riva-Herrera (Proveedor General de las Armadas del Mar Océano) decide remodelar la torre medieval y construir un palacio más acorde con su condición y con los gustos y necesidades de su tiempo. El recinto, que en la actualidad es la sede de la Fundaciòn Santander Creativa, cuenta con el edificio original, una torre de la Edad Media a la que en el siglo XVI se adosó una vivienda con una torre señera, casa señorial, capilla, patio de armas y una portalada con reloj de sol. Es la construcción civil más antigua de la ciudad.
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CASTILLOS. Cantabria es conocida por su naturaleza, su románico, sus paisajes, su gastronomía, sus playas, sus acantilados y un montón de cosas más. Pero no es especialmente conocida por sus fortalezas, torres y castillos. Y lo cierto es que, en nuestro pequeño territorio, la muestra de estas construcciones es más que significativa. Por eso, os proponemos hoy, realizar un viaje en el tiempo recorriendo cinco castillos que puedes visitar Nuestro viaje en el tiempo nos trasladará hasta tres castillos, una torre con aspecto de castillo y un palacio que es un castillo. Este viaje nos permitirá acercarnos a las localidades de Argüeso, San Vicente de la Barquera, Castro Urdiales, Agüero y Santander. Castillo de San Vicente en Argüeso Este castillo de estilo gótico militar, es uno de los más conocidos de la región. Ubicado en Campoo, fue construido en el siglo XIII, al que se añadieron diversos cuerpos en el siglo XV, aunque en el lugar hay una necrópolis anterior. Perteneció desde el siglo XIV a la Casa de la Vega, uno de cuyos miembros, D. Diego Hurtado de Mendoza, fue el Primer Marqués de Argüeso, localidad en la que se encuentra, en 1475. En este castillo habitó Dña. Leonor de la Vega, mujer del Primer Duque del Infantado y madre del famoso Marqués de Santillana, que defendió su señorío contra los Manrique de Lara En la actualidad el castillo ha sido restaurado y rehabilitado como centro turístico-cultural de la comarca de Campoo, con exposiciones, conciertos, conferencias y recreaciones medievales que no te puedes perder. Además, desde sus dos torres podrás divisar una de las estampas más espectaculares de la Comarca de Campoo. Castillo de Santa Ana en Castro Urdiales Este castillo faro del siglo XII se encuentra en la parte alta de la villa marinera de Castro Urdiales. El castillo es de 1162, y a pesar de su nombre, no se comenzó a utilizar como faro hasta siete siglos después en 1853. Fue construido con un objetivo defensivo, para que los lugareños pudieran huir por el mar en caso de necesidad Este conjunto monumental es una fortaleza situada sobre un promontorio rocoso en una península donde también está la iglesia fortificada Sta. Mª de la Asunción, las ruinas de otra iglesia anterior, y la ermita de Santa Ana, construida a modo de atalaya, unida al castillo mediante un puente. Uno de los lugares más emblemáticos de la villa que no te puedes perder en tu visita a Castro Urdiales. Castillo del Rey en San Vicente de la Barquera El Castillo de San Vicente de la Barquera, conocido también como Castillo del Rey, fue construido en 1210 se encuentra en plena Puebla Vieja tras la concesión del fuero a la villa por Alfonso VIII. Es una robusta fortaleza del siglo XIII situado en lo alto de un espolón rocoso que domina la bahía de San Vicente, pudiendo disfrutar de magníficas vistas de los Picos de Europa, el Parque Natural de Oyambre y el mar Cantabrico. Como la mayor parte de las construcciones de carácter militar ha sufrido sucesivas reformas a lo largo de los siglos. Actualmente ha sufrido una cuidadosa rehabilitación convirtiéndolo en museo y centro cultural y cuenta con una exposición permanente sobre la historia y naturaleza de San Vicente de la Barquera. Castillo de Agüero El castillo de Agüero es una fortificación gótica situada en Agüero, muy cerca de Solares que data del siglo XIII y que fue reformado en el siglo XIV. Perteneciente a la familia Agüero desde el caballero Pedro González de Agüero, la construcción sirvió para defender el pueblo. Es la construcción más antigua de la zona y junto con la casona y la iglesia parroquial conforman un bien de interés cultural. En realidad se trata de una torre de planta cuadrangular, que es más larga que alta y sus esquinas están protegidas por cubos cilíndricos almenados, lo que le ha otorgado el nombre de castillo, ya que su aspecto es el de un castillo. El castillo se puede visitar aunque actualmente su interior se encuentra totalmente vacío. Castillo de Pronillo en Santander El palacio de Riva-Herrera o de Pronillo junto con la torre y las murallas, está ubicado en el barrio de Pronillo de Santander y forman un conjunto declarado Bien de Interés Cultural. A mediados del siglo XVI Fernando de la Riva-Herrera (Proveedor General de las Armadas del Mar Océano) decide remodelar la torre medieval y construir un palacio más acorde con su condición y con los gustos y necesidades de su tiempo. El recinto, que en la actualidad es la sede de la Fundaciòn Santander Creativa, cuenta con el edificio original, una torre de la Edad Media a la que en el siglo XVI se adosó una vivienda con una torre señera, casa señorial, capilla, patio de armas y una portalada con reloj de sol. Es la construcción civil más antigua de la ciudad.
LOS PUEBLOS CON MÁS ENCANTO DE CANTABRIA En la costa o en el interior, estas son la joyas de la comunidad por las que vale hacer unos pocos kilómetros CANTABRIA Atardecer en el puerto de Castro Urdiales, Cantabria. España Pocas comunidades le ganan en verdor a Cantabria. Aún menos en lo tocante a pueblecitos encantadores, de esos con los que cualquiera soñaría con retirarse una temporada. Mucha tradición, buena gastronomía, arquitectura, alguna que otra leyenda, y, sobre todo, paisajes como para quitar el hipo. Y toda esa riqueza pasa necesariamente por algunos de los pueblos más bellos de Cantabria. POTES La villa de Potes está rodeada de un paisaje espectacular, situada en la confluencia de cuatro valles, en la zona sur de los Picos de Europa. Y sin duda, éste es un enclave perfecto para lucimiento de todo el encanto medieval que conserva. Pero tal vez, la característica geográfica que mejor lo define es que en su término se unen los ríos Deva y Quiviesa. Ello hace que se conozca al pueblo por sus puente COMILLAS La ubicación de Comillas es el remate perfecto a un conjunto arquitectónico tan singular que pueblos como éste se pueden contar con los dedos de las dos manos. Al norte, tiene el mar Cantábrico y al sur el Monte Corona, que en otoño se pone espectacular. Por tener, cuenta con una playa extensa de arena dorada, acantilados, ría y hasta es vecina del Parque natural de Oyambre. Basta subir al monumento dedicado al Marqués de Comillas para abarcar de una sola panorámica todo este rico enclave que ocupa el pueblo. Precisamente, sin Antonio López y López, Marqués de Comillas, SANTILLANA DEL M. El viajero despistado que llegue a Santillana del Mar se puede llevar un gran chasco si espera encontrarse un pueblo junto al mar tal como parece indicar su nombre. No es que esté lejos -la playa del Sable queda a unos 10 kilómetros- pero no se trata de la típica estampa marinera. A pesar de que el pueblo ocupa una hondonada que no deja ver el mar, su presencia sí se siente en todos sus rincones. Así, por ubicación, resulta que Santillana del Mar tiene esencias marinera y montañesa a la vez, y además, tiene un conjunto monumental como para ganarse el beneficio de los viajeros más exigentes. No por nada, fue declarada conjunto histórico-artístico allá por el año 1889. BÁRCENA MAYOR Ubicado en el corazón del parque natural Saja-Besaya, Bárcena Mayor es apenas un conjunto de casas apiñadas. Todas ellas de sillería, con sus tejados rojos y sus mamposterías típicas. Sencillez montañesa, pero de tanta perfección y esmero que le valió la declaración como conjunto histórico-artístico en 1979. Al llegar, se divisa en un valle flanqueado por pequeñas colinas pobladas de bosques de robles y hayedos. Este paraíso cántabro tiene menos de un centenar de habitantes LIÉRGANES A los pies de dos pequeñas elevaciones -conocidas como "Las Tetas de Liérganes"-, éste pueblo cántabro desprende puro aire montañés por todos sus costados. El caso es que Liérganes sería poca cosa si no fuera por el río Miera, que parece jugar con él marcándole la cintura. O tal vez fue el pueblo el que comenzó a cortejar a lo largo de la ribera al río. El caso es que sea como sea, el conjunto es de lo más idílico. Sobre todo, por sus puentes de postal, pero también, por la leyenda del hombre pez y por el balneario. POTES A los viajeros entusiastas de los puentes, Potes les encantará. Y es que este bello pueblo cántabro es cruzado por cinco puentes diferentes. Y cada uno da una perspectiva diferente del pueblo. Ubicado en el corazón de la comarca de Liébana, es la base perfecta para descubrir los Picos de Europa. Arrasado por un incendio en la Guerra Civil y reconstruido años después, el centro histórico conserva su atmósfera medieval. El barrio más antiguo y auténtico es el de la Solana, en la orilla derecha del río Deva. Por sus callejuelas es por donde hay que pasear tranquilamente, captando la esencia de otros tiempos. La Torre del Infantado es el monumento principal de Potes. Antaño fue una cárcel, pero ahora regala felicidad… y vistas: en la última planta se abre un mirador con vistas espectaculares al paisaje que lo rodea: a los ríos Deva y Quiviesa, el monte de la Viorna y los Picos de Europa. De gastronomía, como de puente, tampoco andan faltos. Seguro que el cocido lebaniego y los frixuelos -un tipo de crepes dulces- harán las delicias del viajero COMILLAS Lo que fue una villa pesquera tradicional dio un paso más hasta convertirse en algo así al escenario ideal para un merecido retiro en plan “dolce far niente”. Parte de culpa la tienen sus villas ajardinadas, el verde que la rodea, la playa y las vistas al mar. Hasta Comillas llegan miles de turistas para disfrutar de las maravillas arquitectónicas. El máximo responsable de este peregrinaje arquitectónico es Antonio López y López, el primer marqués de Comillas. Él es el prototipo perfecto de indiano hecho así mismo. Hijo de Antonia López de Lamadrid y huérfano de padre, emigró a Cuba a los 14 años con lo puesto y volvió con una inmensa fortuna de la que hizo gala trayéndose a lo más granado de los artistas del modernismo catalán. Entre lo mejor de tremendo repertorio está la plaza vieja, la iglesia parroquial, pero sobre todo, los edificios y jardines de la Universidad Pontificia, despuntando sobre la colina, obra de los arquitectos catalanes Joan Martorell y Lluis Domenech; el palacio de Sobrellano, que el marqués hizo construir sobre sobre su casa primigenia y donde se alojó el rey Alfonso XII, y la estrella del programa: el Capricho de Gaudí, algo parecido a la casita de Hansel y Gretel pero hecha de azulejos en lugar de chocolate y golosinas. Para menesteres de mayor ambiente, mejor pasarse por la plaza del Corro Santillana de Ma SANTILLANA DE MAR Se habla de las “tres mentiras” de Santillana -que no tiene mar y que ni es santa ni llana-, pero en realidad, más allá de lo afortunado o no del eslogan, Santillana de Mar sí tiene mar (sí tiene el término municipal), es santa (la Colegiata está consagrada a Santa Juliana, martirizada en Turquía), es llana (o, al menos, eso ya es algo subjetivo). Ciertamente, la Colegiata es el corazón de Santillana del Mar. El pueblo creció alrededor de esta maravilla reconocida como Patrimonio de la Humanidad. El resto es un bellísimo conjunto artístico-monumental que llevó al mismísimo Sartre a calificarlo como el pueblo más hermoso de toda España. Tal vez se le podría tachar de exagerado, pero el caso es que coincide con la opinión de muchos otros artistas y escritores, que por aquí han pasado algunos de los mejores de la literatura española. Tanto es así que Miguel de Unamuno, siendo rector de la Universidad de Salamanca, ya dijo que Santillana era una "villa envuelta en prestigio literario". Pero Santillana del Mar es mucho más que su prestigio literario y su Colegiata: está Casa Quevedo y sus meriendas a base de leche de verdad y bizcocho, y las torres de Merino y Don Borja, sede de la prestigiosa Fundación Santillana, y a solo dos kilómetros, la Cueva de Altamira. BÁRCENA MAYOR Sus calles empedradas, sus casonas solariegas de sillería, con soportales donde se guarda la leña para el invierno y balcones adornados siempre de flores, la sonoridad del río Argoza, el lavadero que parece salir de otro tiempo pasado y un paisaje de gran belleza fueron méritos suficientes para fuera declarado Conjunto Histórico Artístico ya en 1979. Lo mejor es que los coches inoportunos que suelen romper los encuadres en otros lugares, aquí no molestan, porque todas las calles están cerradas al paso de vehículos. Aunque tampoco es que fuera algo demasiado complicado, teniendo en cuenta que no vive más de un centenar de personas. La iglesia de Santa María guarda un tesoro en forma de bello retablo barroco. Para cuando ya se han dado vueltas suficientes por el pequeño entramado de calles, se puede recurrir a los muchos senderos que hay en el entorno natural de los alrededores. El Parque Natural Saja-Besaya es el mayor hayedo de Europa. Se puede ir andando desde Bárcena Mayor. El sendero parte junto al puente del siglo XVI que cruza el río Argoza y se trata de una ruta sencilla y totalmente señalizada LIÉRGANES Cuentan por estos lares que un vecino llamado Francisco de la Vega se arrojó en 1674 al río Miera, que desapareció en el mar Cantábrico y que fue localizado cinco años después, en la bahía de Cádiz, parece ser, que habiendo perdido la razón y la capacidad de hablar. Desde entonces, el caso se conoce como la leyenda del Hombre Pez. En el antiguo Molino de Mercadillo junto al "Puente Romano", está el centro de interpretación para conocer todos los aspectos de esta rocambolesca historia. Este municipio de poco más de 2.000 habitantes conserva un centro histórico bellísimo, declarado conjunto de interés histórico-artístico nacional en 1978, de esos en los que es agradable deambular tranquilamente, entre casonas populares al más puro estilo montañés. El Palacio de Rañada y el Palacio Museo de Elsedo son otros de los edificios clasicistas más relevantes del municipio Liérganes. El otro patrimonio del pueblo es el gastronómico. Sobre todo, platos de pescados de río, quesos frescos y los churros con chocolate, que tienen fama de ser los mejores de toda Cantabria.
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LOS PUEBLOS CON MÁS ENCANTO DE CANTABRIA En la costa o en el interior, estas son la joyas de la comunidad por las que vale hacer unos pocos kilómetros CANTABRIA Atardecer en el puerto de Castro Urdiales, Cantabria. España Pocas comunidades le ganan en verdor a Cantabria. Aún menos en lo tocante a pueblecitos encantadores, de esos con los que cualquiera soñaría con retirarse una temporada. Mucha tradición, buena gastronomía, arquitectura, alguna que otra leyenda, y, sobre todo, paisajes como para quitar el hipo. Y toda esa riqueza pasa necesariamente por algunos de los pueblos más bellos de Cantabria. POTES La villa de Potes está rodeada de un paisaje espectacular, situada en la confluencia de cuatro valles, en la zona sur de los Picos de Europa. Y sin duda, éste es un enclave perfecto para lucimiento de todo el encanto medieval que conserva. Pero tal vez, la característica geográfica que mejor lo define es que en su término se unen los ríos Deva y Quiviesa. Ello hace que se conozca al pueblo por sus puente COMILLAS La ubicación de Comillas es el remate perfecto a un conjunto arquitectónico tan singular que pueblos como éste se pueden contar con los dedos de las dos manos. Al norte, tiene el mar Cantábrico y al sur el Monte Corona, que en otoño se pone espectacular. Por tener, cuenta con una playa extensa de arena dorada, acantilados, ría y hasta es vecina del Parque natural de Oyambre. Basta subir al monumento dedicado al Marqués de Comillas para abarcar de una sola panorámica todo este rico enclave que ocupa el pueblo. Precisamente, sin Antonio López y López, Marqués de Comillas, SANTILLANA DEL M. El viajero despistado que llegue a Santillana del Mar se puede llevar un gran chasco si espera encontrarse un pueblo junto al mar tal como parece indicar su nombre. No es que esté lejos -la playa del Sable queda a unos 10 kilómetros- pero no se trata de la típica estampa marinera. A pesar de que el pueblo ocupa una hondonada que no deja ver el mar, su presencia sí se siente en todos sus rincones. Así, por ubicación, resulta que Santillana del Mar tiene esencias marinera y montañesa a la vez, y además, tiene un conjunto monumental como para ganarse el beneficio de los viajeros más exigentes. No por nada, fue declarada conjunto histórico-artístico allá por el año 1889. BÁRCENA MAYOR Ubicado en el corazón del parque natural Saja-Besaya, Bárcena Mayor es apenas un conjunto de casas apiñadas. Todas ellas de sillería, con sus tejados rojos y sus mamposterías típicas. Sencillez montañesa, pero de tanta perfección y esmero que le valió la declaración como conjunto histórico-artístico en 1979. Al llegar, se divisa en un valle flanqueado por pequeñas colinas pobladas de bosques de robles y hayedos. Este paraíso cántabro tiene menos de un centenar de habitantes LIÉRGANES A los pies de dos pequeñas elevaciones -conocidas como "Las Tetas de Liérganes"-, éste pueblo cántabro desprende puro aire montañés por todos sus costados. El caso es que Liérganes sería poca cosa si no fuera por el río Miera, que parece jugar con él marcándole la cintura. O tal vez fue el pueblo el que comenzó a cortejar a lo largo de la ribera al río. El caso es que sea como sea, el conjunto es de lo más idílico. Sobre todo, por sus puentes de postal, pero también, por la leyenda del hombre pez y por el balneario. POTES A los viajeros entusiastas de los puentes, Potes les encantará. Y es que este bello pueblo cántabro es cruzado por cinco puentes diferentes. Y cada uno da una perspectiva diferente del pueblo. Ubicado en el corazón de la comarca de Liébana, es la base perfecta para descubrir los Picos de Europa. Arrasado por un incendio en la Guerra Civil y reconstruido años después, el centro histórico conserva su atmósfera medieval. El barrio más antiguo y auténtico es el de la Solana, en la orilla derecha del río Deva. Por sus callejuelas es por donde hay que pasear tranquilamente, captando la esencia de otros tiempos. La Torre del Infantado es el monumento principal de Potes. Antaño fue una cárcel, pero ahora regala felicidad… y vistas: en la última planta se abre un mirador con vistas espectaculares al paisaje que lo rodea: a los ríos Deva y Quiviesa, el monte de la Viorna y los Picos de Europa. De gastronomía, como de puente, tampoco andan faltos. Seguro que el cocido lebaniego y los frixuelos -un tipo de crepes dulces- harán las delicias del viajero COMILLAS Lo que fue una villa pesquera tradicional dio un paso más hasta convertirse en algo así al escenario ideal para un merecido retiro en plan “dolce far niente”. Parte de culpa la tienen sus villas ajardinadas, el verde que la rodea, la playa y las vistas al mar. Hasta Comillas llegan miles de turistas para disfrutar de las maravillas arquitectónicas. El máximo responsable de este peregrinaje arquitectónico es Antonio López y López, el primer marqués de Comillas. Él es el prototipo perfecto de indiano hecho así mismo. Hijo de Antonia López de Lamadrid y huérfano de padre, emigró a Cuba a los 14 años con lo puesto y volvió con una inmensa fortuna de la que hizo gala trayéndose a lo más granado de los artistas del modernismo catalán. Entre lo mejor de tremendo repertorio está la plaza vieja, la iglesia parroquial, pero sobre todo, los edificios y jardines de la Universidad Pontificia, despuntando sobre la colina, obra de los arquitectos catalanes Joan Martorell y Lluis Domenech; el palacio de Sobrellano, que el marqués hizo construir sobre sobre su casa primigenia y donde se alojó el rey Alfonso XII, y la estrella del programa: el Capricho de Gaudí, algo parecido a la casita de Hansel y Gretel pero hecha de azulejos en lugar de chocolate y golosinas. Para menesteres de mayor ambiente, mejor pasarse por la plaza del Corro Santillana de Ma SANTILLANA DE MAR Se habla de las “tres mentiras” de Santillana -que no tiene mar y que ni es santa ni llana-, pero en realidad, más allá de lo afortunado o no del eslogan, Santillana de Mar sí tiene mar (sí tiene el término municipal), es santa (la Colegiata está consagrada a Santa Juliana, martirizada en Turquía), es llana (o, al menos, eso ya es algo subjetivo). Ciertamente, la Colegiata es el corazón de Santillana del Mar. El pueblo creció alrededor de esta maravilla reconocida como Patrimonio de la Humanidad. El resto es un bellísimo conjunto artístico-monumental que llevó al mismísimo Sartre a calificarlo como el pueblo más hermoso de toda España. Tal vez se le podría tachar de exagerado, pero el caso es que coincide con la opinión de muchos otros artistas y escritores, que por aquí han pasado algunos de los mejores de la literatura española. Tanto es así que Miguel de Unamuno, siendo rector de la Universidad de Salamanca, ya dijo que Santillana era una "villa envuelta en prestigio literario". Pero Santillana del Mar es mucho más que su prestigio literario y su Colegiata: está Casa Quevedo y sus meriendas a base de leche de verdad y bizcocho, y las torres de Merino y Don Borja, sede de la prestigiosa Fundación Santillana, y a solo dos kilómetros, la Cueva de Altamira. BÁRCENA MAYOR Sus calles empedradas, sus casonas solariegas de sillería, con soportales donde se guarda la leña para el invierno y balcones adornados siempre de flores, la sonoridad del río Argoza, el lavadero que parece salir de otro tiempo pasado y un paisaje de gran belleza fueron méritos suficientes para fuera declarado Conjunto Histórico Artístico ya en 1979. Lo mejor es que los coches inoportunos que suelen romper los encuadres en otros lugares, aquí no molestan, porque todas las calles están cerradas al paso de vehículos. Aunque tampoco es que fuera algo demasiado complicado, teniendo en cuenta que no vive más de un centenar de personas. La iglesia de Santa María guarda un tesoro en forma de bello retablo barroco. Para cuando ya se han dado vueltas suficientes por el pequeño entramado de calles, se puede recurrir a los muchos senderos que hay en el entorno natural de los alrededores. El Parque Natural Saja-Besaya es el mayor hayedo de Europa. Se puede ir andando desde Bárcena Mayor. El sendero parte junto al puente del siglo XVI que cruza el río Argoza y se trata de una ruta sencilla y totalmente señalizada LIÉRGANES Cuentan por estos lares que un vecino llamado Francisco de la Vega se arrojó en 1674 al río Miera, que desapareció en el mar Cantábrico y que fue localizado cinco años después, en la bahía de Cádiz, parece ser, que habiendo perdido la razón y la capacidad de hablar. Desde entonces, el caso se conoce como la leyenda del Hombre Pez. En el antiguo Molino de Mercadillo junto al "Puente Romano", está el centro de interpretación para conocer todos los aspectos de esta rocambolesca historia. Este municipio de poco más de 2.000 habitantes conserva un centro histórico bellísimo, declarado conjunto de interés histórico-artístico nacional en 1978, de esos en los que es agradable deambular tranquilamente, entre casonas populares al más puro estilo montañés. El Palacio de Rañada y el Palacio Museo de Elsedo son otros de los edificios clasicistas más relevantes del municipio Liérganes. El otro patrimonio del pueblo es el gastronómico. Sobre todo, platos de pescados de río, quesos frescos y los churros con chocolate, que tienen fama de ser los mejores de toda Cantabria.

Gastronomía

Gastronomía de Cantabria Las anchoas en salazón son uno de los productos cántabros más conocidos. El cocido montañés, el plato más representativo de la gastronomía cántabra. Una cazuela con almejas a la marinera. La gastronomía de Cantabria, gracias a la situación geográfica de esta comunidad autónoma, cuenta con una selecta relación de ingredientes: los pescados y mariscos del mar Cantábrico, el salmón y la trucha terciada de las cuencas altas de sus ríos, hortalizas y legumbres de su huerta, y su ganadería vacuna. Pescados y mariscos Carnes Repostería Queso Bebidas Miel Pescados y mariscos Las rabas son el aperitivo más consumido por los cántabros.​ El marisco es el máximo protagonista de la mesa regional, siendo de gran variedad y calidad, gracias a las frías y limpias aguas de las que procede. Si bien puede conseguirse en toda la costa, es en la bahía de Santander donde se encuentran los mejores ejemplares. Buenos ejemplos son las almejas, mejillones, muergos, berberechos, nécoras, centollos, percebes, cigalas, langostas, caracolillos o bogavantes. También destacan los calamares que son la base de las rabas, que en la orilla del Cantábrico alcanzan un nivel de aromas y sabores extraordinarios. Entre los pescados pueden mencionarse las lubinas, merluza, cabrachos, bocartes, etcétera. El bonito da lugar a uno de los platos más típicos de la región, el sorropotún o marmita. Las sardinas son un plato típico muy propio de puertos de pescadores, asadas. Algunos de los platos cántabros de más renombre son la merluza en salsa verde, los maganos encebollaos en su tinta o las almejas a la cazuela. Carnes El vacuno es la carne cántabra por excelencia, donde destaca la de la vaca tudanca. No hay que olvidar que la feria ganadera más importante de España, la Feria Nacional de Ganados de Torrelavega, se celebra en esta región. La caza también ofrece carne de gran calidad: venado, corzo y jabalí. El chon es un elemento clave para el cocido montañés, al que además se le añaden alubias, berzas, chorizo y morcilla de arroz. Un alimento también muy popular en la zona de Liébana es el borono, que consiste esencialmente en una masa hecha con sangre y tripas del cerdo, cebolla, sal, manteca, especias (comino, pimienta...), harina de maíz y harina de trigo. Repostería Quesada pasiega . Pantortillas de Reinosa. En cuanto a la repostería, caben destacar sus tradicionales sobaos y quesadas pasiegas. También es típico el hojaldre, que según la zona adopta diferentes nombres: corbatas en Unquera y San Vicente de la Barquera, polkas en Torrelavega, o sacristanes en Liérganes. Otros dulces notables son los frisuelos y el canónigo, ambos de Liébana; los corazones en Liérganes y La Cavada; los palucos de Cabezón de la Sal; y los tortos y pantortillas de Reinosa. Otros postres que no son genuinamente cántabros, pero que gozan de gran tradición en la región, son el arroz con leche, las natillas, la cuajada y la leche frita, cuya degustación casera es un magnífico cierre de menú. También merecen resalte las mermeladas de frutas. Queso Es indiscutible la alta calidad de la leche cántabra, por lo que no puede extrañar que los derivados de la misma proliferen por toda la región: la mantequilla, el queso de nata, que puede encontrarse por toda la región; el queso picón en Tresviso y Bejes; quesos ahumados como los de Áliva o Pido; o los pequeños quesucos, realizados con la mezcla de leche de vaca y oveja. Bebidas La bebida más característica de esta región es el orujo, elaborado artesanalmente, y destilado gota a gota. Dicen los entendidos que el orujo es una bebida excelente para aliviar digestiones pesadas.[¿quién?] Históricamente hubo gran producción de sidra y chacolí,2​3​ que tras un importante declive se está recuperando en los últimos años. Cantabria cuenta actualmente con dos certificaciones de origen en vinos: Vino de la Tierra Costa de Cantabria y Vino de la Tierra de Liébana. Miel Esta sección es un extracto de Miel de Liébana[editar] Comarca de Liébana en Cantabria. Dujo para la miel. Colmena para miel hecha con un tronco hueco vaciado, generalmente de roble. Museo Etnográfico de Cantabria.4​ Miel de Liébana es una denominación de origen protegida (DOP) de miel propia de la comarca de Liébana, en Cantabria (España). Fue creada en abril de 2016 y agrupa la miel producida en los municipios acogidos a la DOP que son Cabezón de Liébana, Camaleño, Cillorigo de Liébana, Pesaguero, Potes, Tresviso y Vega de Liébana. En total, los 574,83 km² que ocupa la Comarca de Liébana, al oeste de Cantabria. Todas las fases de la producción y extracción de las mieles de Liébana,
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Gastronomía de Cantabria Las anchoas en salazón son uno de los productos cántabros más conocidos. El cocido montañés, el plato más representativo de la gastronomía cántabra. Una cazuela con almejas a la marinera. La gastronomía de Cantabria, gracias a la situación geográfica de esta comunidad autónoma, cuenta con una selecta relación de ingredientes: los pescados y mariscos del mar Cantábrico, el salmón y la trucha terciada de las cuencas altas de sus ríos, hortalizas y legumbres de su huerta, y su ganadería vacuna. Pescados y mariscos Carnes Repostería Queso Bebidas Miel Pescados y mariscos Las rabas son el aperitivo más consumido por los cántabros.​ El marisco es el máximo protagonista de la mesa regional, siendo de gran variedad y calidad, gracias a las frías y limpias aguas de las que procede. Si bien puede conseguirse en toda la costa, es en la bahía de Santander donde se encuentran los mejores ejemplares. Buenos ejemplos son las almejas, mejillones, muergos, berberechos, nécoras, centollos, percebes, cigalas, langostas, caracolillos o bogavantes. También destacan los calamares que son la base de las rabas, que en la orilla del Cantábrico alcanzan un nivel de aromas y sabores extraordinarios. Entre los pescados pueden mencionarse las lubinas, merluza, cabrachos, bocartes, etcétera. El bonito da lugar a uno de los platos más típicos de la región, el sorropotún o marmita. Las sardinas son un plato típico muy propio de puertos de pescadores, asadas. Algunos de los platos cántabros de más renombre son la merluza en salsa verde, los maganos encebollaos en su tinta o las almejas a la cazuela. Carnes El vacuno es la carne cántabra por excelencia, donde destaca la de la vaca tudanca. No hay que olvidar que la feria ganadera más importante de España, la Feria Nacional de Ganados de Torrelavega, se celebra en esta región. La caza también ofrece carne de gran calidad: venado, corzo y jabalí. El chon es un elemento clave para el cocido montañés, al que además se le añaden alubias, berzas, chorizo y morcilla de arroz. Un alimento también muy popular en la zona de Liébana es el borono, que consiste esencialmente en una masa hecha con sangre y tripas del cerdo, cebolla, sal, manteca, especias (comino, pimienta...), harina de maíz y harina de trigo. Repostería Quesada pasiega . Pantortillas de Reinosa. En cuanto a la repostería, caben destacar sus tradicionales sobaos y quesadas pasiegas. También es típico el hojaldre, que según la zona adopta diferentes nombres: corbatas en Unquera y San Vicente de la Barquera, polkas en Torrelavega, o sacristanes en Liérganes. Otros dulces notables son los frisuelos y el canónigo, ambos de Liébana; los corazones en Liérganes y La Cavada; los palucos de Cabezón de la Sal; y los tortos y pantortillas de Reinosa. Otros postres que no son genuinamente cántabros, pero que gozan de gran tradición en la región, son el arroz con leche, las natillas, la cuajada y la leche frita, cuya degustación casera es un magnífico cierre de menú. También merecen resalte las mermeladas de frutas. Queso Es indiscutible la alta calidad de la leche cántabra, por lo que no puede extrañar que los derivados de la misma proliferen por toda la región: la mantequilla, el queso de nata, que puede encontrarse por toda la región; el queso picón en Tresviso y Bejes; quesos ahumados como los de Áliva o Pido; o los pequeños quesucos, realizados con la mezcla de leche de vaca y oveja. Bebidas La bebida más característica de esta región es el orujo, elaborado artesanalmente, y destilado gota a gota. Dicen los entendidos que el orujo es una bebida excelente para aliviar digestiones pesadas.[¿quién?] Históricamente hubo gran producción de sidra y chacolí,2​3​ que tras un importante declive se está recuperando en los últimos años. Cantabria cuenta actualmente con dos certificaciones de origen en vinos: Vino de la Tierra Costa de Cantabria y Vino de la Tierra de Liébana. Miel Esta sección es un extracto de Miel de Liébana[editar] Comarca de Liébana en Cantabria. Dujo para la miel. Colmena para miel hecha con un tronco hueco vaciado, generalmente de roble. Museo Etnográfico de Cantabria.4​ Miel de Liébana es una denominación de origen protegida (DOP) de miel propia de la comarca de Liébana, en Cantabria (España). Fue creada en abril de 2016 y agrupa la miel producida en los municipios acogidos a la DOP que son Cabezón de Liébana, Camaleño, Cillorigo de Liébana, Pesaguero, Potes, Tresviso y Vega de Liébana. En total, los 574,83 km² que ocupa la Comarca de Liébana, al oeste de Cantabria. Todas las fases de la producción y extracción de las mieles de Liébana,

Cantabria

Itinerario de la ruta en coche por los pueblos pasiegos Castañeda Puente Viesgo Santiurde de Toranzo Ontaneda Alceda San Pedro del Romeral Vega de Pas Selaya Villacarriedo Liérganes Otros pueblos bonitos de Cantabria que tienes que visitar Santillana del Mar Comillas San Vicente de la Barquera Bárcena Mayor Liérganes Alceda Castro Urdiales Potes y el Valle de Liébana Carmona Tudanca Mogrovejo Barcenillas Cartes Riocorvo Cosío
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Santander
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Itinerario de la ruta en coche por los pueblos pasiegos Castañeda Puente Viesgo Santiurde de Toranzo Ontaneda Alceda San Pedro del Romeral Vega de Pas Selaya Villacarriedo Liérganes Otros pueblos bonitos de Cantabria que tienes que visitar Santillana del Mar Comillas San Vicente de la Barquera Bárcena Mayor Liérganes Alceda Castro Urdiales Potes y el Valle de Liébana Carmona Tudanca Mogrovejo Barcenillas Cartes Riocorvo Cosío

Lugares para disfrutar con los niños y en familia

Cantabria es infinita, de eso no cabe duda. Este destino, alejado del calor y de las aglomeraciones típicas de la playa, es ideal para tus próximas vacaciones. 1. Santillana del Mar y el Museo de Altamira Conocida como “la villa de las tres mentiras”, porque no es ni “santa”, ni “llana”, ni tiene “mar”, Santillana del Mar es una cita imprescindible si decides visitar Cantabria. Además de ser un pueblo precioso, es uno de los lugares con mayor valor histórico-artístico de España. En este municipio cántabro, se ubica la Capilla Sixtina del arte rupestre. Hablamos de la Cueva de Altamira, donde se encuentran las pinturas prehistóricas más famosas del mundo. Se descubrió por casualidad a finales del siglo XIX y en su interior se encuentra la “sala de los polícromos”, que fue encontrada diez años más tarde del hallazgo de la cueva. Pinturas rupestres de la cueva de Altamira Pinturas rupestres en Altamira | Fuente: Turismo de Cantabria La masiva afluencia de visitantes provocó su clausura, ya que su conservación preocupaba a la comunidad científica. Cerró sus puertas al público en 1979, pero actualmente aún se pueden visitar algunas zonas, de manera muy regulada. El recorrido solo lo pueden realizar cinco personas, con una duración de 37 minutos. Hay un estricto protocolo de indumentaria e iluminación y la elección de los mismos es aleatoria entre los que se encuentren visitando el museo. Pero no temáis, si no sois los afortunados, podréis entrar a la “Neocueva”. Una excelente réplica en la que se recrean, de manera artificial, las pinturas y grabados rupestres de la original. Es una experiencia única muy recomendable para todas las edades. 2. Cueva del Soplao La Cueva del Soplao fue descubierta a principios del siglo XX y está considerada como una de las maravillas de la geología. En ella se extraía, sobre todo, blenda y galena, dos de las mejores menas para obtener zinc y plomo, respectivamente. Como dato curioso, decir que “el soplao” es un término utilizado en la jerga minera. Se refiere al aire que se percibe al calar una galería desde otra con menos oxígeno. Esta cueva es una de las muchas joyas que esconde Cantabria. Sin duda, visitar este lugar es un privilegio del que no podemos prescindir. El trayecto a través de las profundidades de El Soplao, te sobrecogerá por su espectacularidad y sus formaciones excéntricas. No pierdas la oportunidad de conocer este entorno geominero y natural, y no dudes en recorrerlo a través de las vías pecuarias. 3. Parque de la Naturaleza de Cabárceno A menos de veinte kilómetros de Santander se encuentra el Parque de Cabárceno. Ideal para pasar un día en familia, se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de Cantabria. Cabárceno no es un zoológico al uso y esto es importante mencionárselo a los niños. Deben saber que los animales que van a ver son salvajes y que, además, viven en un entorno natural. Es primordial extremar la precaución y respetar la distancia de seguridad. Os recomendamos echar un vistazo a las normas de comportamiento antes de iniciar el itinerario. En el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, puedes dar de comer a los animales El parque cuenta con casi 150 especies de animales que viven en régimen de semilibertad. En él, desarrollan su vida en un ambiente natural y, salvo la alimentación, que se les facilita, el resto lo marca su instinto. Este espacio se creó con fines educativos, culturales, recreativos y científicos, y es el sitio idóneo para pasar un día en familia. 4. El capricho de Gaudí El Capricho de Gaudí, una de las primeras obras del artista, se encuentra en el casco antiguo del municipio de Comillas. Es un edificio de estilo ecléctico (modernista) y fue construido entre 1883 y 1885. Aunque es fiel al estilo del arquitecto, ha sufrido importantes reformas en el interior. Rodeado por balcones y barandillas, llama la atención su decoración, destacando las baldosas de cerámica con flores de girasol. Cada fachada es diferente a las demás, lo que contribuye a sorprender y descolocar al observador. Se construyó con la intención de que se mimetizara con el entorno, de ahí la elección de los tonos verdes en la ornamentación. La entrada incluye el acceso a los espacios tanto exteriores como interiores. Dentro del edificio hay material audiovisual, gráfico y exposiciones que completan la visita. Cuenta, además, con un mapa especial para niños, no dudes en pedirlo. 5. Nacimiento del Río Asón En Cantabria se puede disfrutar de bonitos paisajes y rutas, como la que nos ofrece la del nacimiento del Río Asón. El trayecto se inicia en el pueblo de Asón, en el valle de Soba. Es un camino sencillo, en su mayoría plano y culmina con unas vistas impresionantes de la cascada de Caliagua. Una vez allí, te encontrarás con un remanso de paz, aguas cristalinas y grandes piedras redondeadas. Si os animáis, podríais incluso bañaros ya que apenas hay profundidad, pero, el agua estará muy fría! Si para los niños consideráis que es un trayecto largo, existe la posibilidad de contemplar la cascada desde la carretera, pero os aconsejamos que lo hagáis a pie. Merece la pena. El camino es realmente bello y, lo más importante, es ideal para cualquier época del año. La ruta del Río Asón es una senda en plena naturaleza donde verás vacas, grandes pastos, casitas rurales y verde, mucho verde. 6. Palacio de la Magdalena Viajar a Cantabria tiene varias citas ineludibles y una de ellas es visitar el Palacio de la Magdalena que se encuentra en la península del mismo nombre. Se construyó entre los años 1909 y 1911 y evoca los primeros decenios del siglo XX. Palacio de la Magdalena, Santander El Palacio es complejo, cuenta con dos entradas: una al norte con bóveda y otra en la fachada meridional, con escalinata. Este conjunto arquitectónico es esbelto, señorial y de una gran hermosura. El interior es de porte elegante y muy luminoso. Destacan sus dependencias y salones. Entre sus muchas colecciones pictóricas, tienen especial relevancia las de los artistas Sorolla y Sotomayor. 7. Picos de Europa y Teleférico de Fuente Dé Los Picos de Europa cuentan con 700 km2 de extensión repartidos entre Cantabria, Asturias y León. El Parque Nacional, conocido como Covadonga, es un espacio protegido. En él, conviven algunas especies en peligro de extinción como el oso pardo y el urogallo. Una buena manera de conocer esta zona es con el Teleférico de Fuente Dé. A tan solo 28 km de Potes, podrás acceder al Macizo Central de los Picos de Europa. Parque Nacional de los Picos de Europa en Cantabria Picos de Europa, Cantabria | Fuente: Turismo de Cantabria El punto más alto que alcanza el teleférico es de 1.847 metros y, una vez arriba, las vistas te sobrecogerán. Te aconsejamos hacer unas fotografías desde el Mirador del Cable y, si os veis con fuerza, realizar una de las muchas excursiones disponibles. Las rutas hasta Peña Vieja o el Pico Tesorero (2.570 metros), son las más frecuentadas debido a su fácil acceso. 8. Nacimiento del Río Ebro El Río Ebro es el principal afluente de Cantabria. Nace en Fontibre y desemboca en el Mediterráneo. Rodeada de fresnos y chopos, nos encontramos con la Fontana de Fontibre. Un monolito de piedra, coronado por una estatua de la Virgen del Pilar, custodian el nacimiento del Ebro. Nacimiento del Río Ebro Hay un aparcamiento justo al lado, por lo que el acceso a la zona no puede ser más sencillo. No tendréis problema para comer por allí, ya que hay áreas reservadas para hacer pícnic. Gracias al Centro de Interpretación del Río Ebro, podréis conocer más sobre la naturaleza de este entornos y su historia. Como, por ejemplo, que fue un importante escenario bélico y de navegación durante los siglos XVII y XIX. 9. El bosque de Secuoyas Las Secuoyas del Monte Cabezón son un espacio protegido de Cantabria. Situado en el municipio de Cabezón de la Sal, con acceso desde la carretera S-484 que conecta con Comillas, fue declarado Monumento Natural en el año 2003. Esta plantación cuenta con 2,5 hectáreas de secuoya, inhabitual en la zona cántabra. En España existen solo unas pocas y pequeñas masas en estado seminatural, por eso es tan importante. Bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal, Cantabria Plantadas en los año cuarenta, a día de hoy persisten 848 ejemplares de esta especie, con una altura de 36 metros y un perímetro medio de 1,6 metros. Conocer este bosque es una experiencia única. Existen visitas guiadas y gratuitas, con previa reserva. No dudes en llamar si te encuentras en la zona y disfrutar de un maravilloso día en familia. 10. Faro del Caballo Tras una subida de casi 700 escalones, llegarás al Faro del Caballo, en Santoña. Siendo el punto de entrada en la Bahía, y, entre los acantilados del monte Buciero, se esconde este maravilloso enclave. Es tal la belleza de este entorno, Comenzó a funcionar en 1863, pero en 1993 acabaría su historia como faro. En el año 2013, los reclusos del Centro Penitenciario El Dueso, se encargaron de acondicionar el entorno. Si te preguntas cómo llegar, debes saber que por lo escarpado del terreno, es necesario hacerlo a pie. Existen dos rutas: Ruta Santoña – Faro del Caballo por el Fuerte San Martín y el mirador de la Punta/Peña del Fraile Ruta Santoña – El Dueso – Playa de Berria – Faro del Pescador – Faro del Caballo Faro del Caballo en Santoña, Cantabria. Si realizas las dos, harás un itinerario circular por el Monte Buciero, conocido como la Ruta de los Faros. También existe la posibilidad de llegar en barco, pero el entorno que rodea a este faro es tan espectacular que te recomendamos conocerlo de primera mano.
Planes para hacer en Cantabria con niños De safari por el Parque de la Naturaleza de Cabárceno Sumergirte en las profundidades en el Museo Marítimo del Cantábrico, en Santander De paseo por la Península de la Magdalena, en Santander Como Tarzán en el Forestal Park de Santander Jugar con las nutrias en el Ecomuseo Fluviarium de Liérganes Visitar la Neocueva y el Museo de Altamira, en Santillana del Mar Perderte en el Laberinto de Villapresente Subir a las alturas en el Teleférico de Fuente Dé Disfrutar de la nieve en Alto Campoo Sentirte como en Juego de Tronos en el Castillo de San Vicente, en Argüeso Viajar al pasado en los Poblados Cántabros de Argüeso y Cabezón de la Sal Asombrarte ante la obra de Okuda, en Ruerrero y Reinosa Observar las estrellas en el Observatorio Astronómico de Cantabria, en Rocamundo Buscar el Pozo de los Lobos, en Revelillas Convertirte en un herrero en la Ferrería y Molino de Cades Que ver en Cantabria con niños Parque de la Naturaleza de Cabárceno Este atractivo parque se encuentra situado a tan sólo 17 kilómetros de la capital de la comunidad, la ciudad de Santander, en pleno valle del Pisueña. Fue construido en el lugar en que antaño hubo una antigua mina, en el municipio de Penagas y es uno de los lugares imprescindibles que ver visitar en Cantabria con niños. Parque de Cabárceno Cantabria El Parque es un zoológico al aire libre donde los animales (ciervos, rinocerontes, elefantes, gamos, monos y muchos más) se encuentran en régimen de semi-libertad. Se creó pensando en la conservación de especies en peligro de extinción con un doble objetivo: la educación ambiental y la investigación. El parque puede ser recorrido a pie, en bicicleta o en coche, y el total del trayecto es de 20 kilómetros, todos ellos vallados y perfectamente señalizados. Además realizan numerosas actividades para niños y demostraciones de técnicas de vuelo de las aves rapaces. Las instalaciones del parque son muy completas, y en el encontraremos una bonita zona de lagos, restaurante, teleférico, miradores, self-service, cafeterías, tiendas, aparcamientos, zona de picnic, parque infantil y enfermería. Asimismo, existe un área para caravanas. Museo Marítimo del Cantábrico, en Santander Este museo está considerado como uno de los más completos en de nuestro país en cuanto a su temática, que gira en torno al mar y a su relación con los hombres a lo largo de los siglos. Museo Marítimo del Cantábrico Cuenta con más de 3000 m2 de exposición, dividida en 4 secciones: La vida en la mar (Naturaleza-Biología Marina) Pescadores y pesquerías (Etnografía Pesquera) El Cantábrico y la mar en la historia (Historia marítima) Vanguardia tecnológica frente a la mar (Tecnología marítima) El principal objetivo del museo es la protección del patrimonio cultural marítimo. Península de la Magdalena Conocida también con el nombre de Real Sitio de la Magdalena, se trata, como su nombre nos indica, de una pequeña península perteneciente a la capital santanderina. Su extensión es de 24’5 Hectáreas, y su belleza espectacular, ya que desde ella se pueden contemplar la ciudad y su famosa bahía. Península de la Magdalena En la península se encuentran playas tan atractivas como la de Bikini o la del mismo nombre, la de la Magdalena. También se pueden admirar 3 carabelas pertenecientes al Museo de la Marina, un monumento dedicado a Félix Rodríguez de la Fuente e incluso un pequeño zoo en el que los niños lo pasarán muy bien con sus pingüinos, patos, focas y leones marinos. Además, disfrutarán también atravesando la península con el trenecito turístico destinado a este fin. Parque de aventuras Forestal Park El Forestal Park de Santander es un parque de aventuras en los árboles que a buen seguro que entusiasmará tanto a los pequeños como al resto de la familia. Parque de aventuras Forestal Park Cantabria Está situado en un enclave privilegiado, junto al Faro del Cabo Mayor, muy cerca de la famosa Playa del Sardinero. En el parque disfrutaremos de sus tirolinas, lianas, puentes tibetanos y muchos más juegos, más de 70 en total. Ecomuseo Fluviarium de Liérganes El objetivo de este museo es la divulgación de los sistemas fluviales cantábricos y una manera de acercar al visitante los paisajes pasiegos. Está situado en el municipio de Liérganes, destacando por sus instalaciones, de una gran calidad. El museo está formado por diversos espacios, entre ellos el área expositiva, que consta de 2 plantas y se encuentra dedicada al medio natural y el legado etnográfico pasiego. Ecomuseo Fluviarium de Liérganes También se puede contemplar el “fluviarium”, que se trata de la reproducción del hábitat de un río de la comunidad cántabra, donde se pueden observar sus ejemplares más característicos. Este centro educativo se completa con una sala de audiovisuales cuyo aforo es de 47 plazas y con un área de recepción donde el visitante podrá recibir toda la atención que necesite . El museo ofrece aún otros muchos alicientes al visitante, como la reproducción de una típica cabaña pasiega, con la que conoceremos las costumbres y tradiciones propias de esta carismática zona. También podremos contemplar un cubo expositor en el que se nos muestran algunos de los bellos prados de estas tierras, con sus respectivas cabañas, cuya finalidad es la de hacernos comprender la importancia que el agua tiene para la vida humana, así como también la gran riqueza que posee el mundo subterráneo. Neocueva y el Museo de Altamira, en Santillana del Mar Uno de los lugares que nadie debería dejar de visitar es la Neocueva y el Museo de Altamira, situado en el mismo municipio y muy próximo a la cueva. Neocueva y Museo de Altamira En él se exponen diversas piezas procedentes de la cueva, y el visitante aprende un sinfín de cosas referentes al proceso evolutivo del hombre, a través de medios audiovisuales. Aunque seguramente lo más sorprendente para la mayoría de personas es que el museo contiene una reproducción de la cueva a tamaño real. Se trata de la Neocueva. Al entrar en la Neocueva podremos ver abundantes carteles informativos, así como vídeos. Todos ellos muestran cómo vivían los habitantes de esta zona hace entre 13000 y 35000 años. En la Neocueva no sólo se ha conseguido una fiel reproducción de las pinturas sino también una ambientación íntegra de la cueva, incluyendo elementos como los altavoces o las luces. Laberinto de Villapresente El Laberinto de Villapresente se encuentra en la población del mismo nombre, Villapresente, perteneciente al municipio de Reocín. Formado por un entramado de cipreses cuya extensión es de 5625 m2, es el laberinto más grande de España. El recorrido por su interior es de más de 5 kilómetros de pasillos, las medidas de los cuales son de 2’5 metros de altura y de 1 metro de anchura. Se trata de unos jardines muy bonitos, inspirados en los laberintos ingleses de los siglos XVIII y XIX. Ideales para los paseos relajantes a la hora del sol Nieve en Alto Campoo La comunidad cántabra ofrece también a los aficionados al esquí la posibilidad de disfrutar de la nieve, ya que en ella se encuentra la estación de esquí Alto Campoo. Los niños se lo pasan muy bien en la nieve, y los más pequeños pueden aprovechar para aprender este atractivo deporte recibiendo alguno de los cursos que se imparten en la estación, con la garantía de que se encuentran en manos de buenos profesionales. La estación está situada en el municipio de la Hermandad de Campoo de Suso. En pleno valle de Campoo, rodeada de unos paisajes espectaculares. La zona esquiable sobrepasa los 30 kilómetros, incluyendo: 23 pistas (4 verdes, 10 azules y 9 rojas) 12 remontes (5 telesillas y 7 telesquís) circuito de fondo de 2,7 km snowpark Teleférico de Fuente Dé Otra de las actividades que les encantará a los niños es subir al teleférico de Fuente Dé, situado en plenos Picos de Europa, muy cerca de la localidad de Potes en Cantabria. El funicular salva un desnivel de 750 metros en tan sólo cuatro minutos, elevando al pasajero a unos 1850 metros de altitud en menos de 4 minutos y ofreciéndole una panorámica impresionante, tanto del Valle del Liébana como de las majestuosas cimas que lo rodean Se trata de un funicular con un recorrido ideal, tanto para quienes desean dar un paseo por los Picos de Europa o hacer una ruta de senderismo con los niños. Fuente Dé es el nombre que se le da a la estación inferior del teleférico, mientras que la estación superior recibe el nombre de Mirador de Áliva, aunque, popularmente, es conocido por los montañeros como El Cable. En esta estación superior encontraremos una cafetería, en la que sirven bebidas y comidas y en la cual podemos comer, así como una pequeña tienda de recuerdos y una amplia terraza que nos ofrece una espectacular panorámica de la comarca. Hay también un mirador exterior, conocido como Mirador de Áliva. Cueva el Soplao La Cueva el Soplao es una de las grandes maravillas de la geología que fue descubierta debido a la explotación de las minas de la Florida. Para comenzar con la visita, debemos recorrerla con un trenecito que nos lleva hasta la entrada de la cueva y que podemos recorrer a pie durante una hora más o menos de duración. En el interior de la cueva podemos contemplar las numerosas estalactitas, estalagmitas y diversas formaciones rocosas. Si vamos con sillas de bebe, estas no están permitidas, pero se te facilitará una mochila porta-bebes Poblados Cántabros de Cabezón de la Sal y de Argüeso Quienes deseen conocer cómo vivían antaño los habitantes de Cantabria lo mejor que pueden hacer es visitar alguno de sus poblados, como el de Argüeso o el de Cabezón de la Sal. El Poblado Cántabro de Argüeso nos permitirá también ponernos en la piel de los antiguos habitantes cántabros. Está situado en Argüeso, un tranquilo pueblo perteneciente al municipio de Campoo de Suso, en un bello paraje junto al Pico Tres Mares y muy cerca del nacimiento del río Ebro, a tan sólo 9 kilómetros de Reinosa. Se trata de una recreación de un antiguo poblado cántabro perteneciente a la Edad de Hierro. Lo forman un conjunto de casas con techos de paja y paredes de barro, piedra y madera. Podremos visitar el interior de estas viviendas, con lo cual podremos ver cómo se distribuían, cómo eran sus vasijas de cocina o cómo almacenaban los víveres, entre otras cosas igual de interesantes. El Poblado Cántabro de Cabezón de la Sal está situado en pleno corazón del valle del Saja, en el conocido como Picu La Torre. En él se pueden observar 3 construcciones circulares, que representan épocas distintas, y que permiten ver los cambios que fueron teniendo lugar, cambiando la vida de sus habitantes. En el lugar se puede ver, a través de una visita guiada, diferentes objetos, como un torno de alfarería, vestidos, un telar, cerámicas, aperos de labranza e incluso armas. Para complementar la visita, estos poblados nos ofrecen la posibilidad de realizar algún taller relacionado con la temática Observatorio Astronómico de Cantabria Ésta es una de las visitas que no debemos dejar de hacer si nos encontramos viajando por la comunidad cántabra, de manera especial si vamos acompañados de niños, ya que suelen gustarles mucho este tipo de lugares y todo lo relacionado con el firmamento. Este observatorio se ubica en el término municipal de Valderredible. Se trata de un centro divulgativo y didáctico cuyo objetivo es la astronomía en Cantabria. Posee diversos telescopios, poseyendo el principal unos 40 cm. de diámetro. Pueblos marineros de Cantabria El litoral cántabro no sólo nos ofrece la posibilidad de disfrutar de sus atractivas playas, sino que nos ofrece otros muchos alicientes, entre los cuales se encuentran el poder visitar sus atractivos pueblos costeros, algunos de ellos muy pintorescos o con pequeños puertos por los que da gusto el solo hecho de pasear, así como sentarse en la terraza de algunas de sus típicas tabernas para tomar un exquisito aperitivo mientras nos relajamos contemplando el ir y venir del lugar. Son muchos los pueblos de Cantabria para ir con niños que vale la pena visitar, aunque alguno de los que no te puedes perder son: San Vicente de la Barquera, Comillas, Santillana del Mar, Suances, Piélagos, Camargo, Noja, Santoña, Laredo o la ciudad de Santander. El capricho de Gaudí En la localidad de Comillas podemos encontrar un palacete también conocido como Villa Quijano construido por Gaudí por encargo de un indiano llamado Máximo Díaz de Quijano. Este palacete está considerado como una de las joyas del modernismo europeo y donde podremos visitarlo tanto por fuera como por dentro. Es un plan perfecto para hacer con niños, ya que nos ofrecen un mapa con diversos enigmas para descubrirlos junto con los niños.
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Planes para hacer en Cantabria con niños De safari por el Parque de la Naturaleza de Cabárceno Sumergirte en las profundidades en el Museo Marítimo del Cantábrico, en Santander De paseo por la Península de la Magdalena, en Santander Como Tarzán en el Forestal Park de Santander Jugar con las nutrias en el Ecomuseo Fluviarium de Liérganes Visitar la Neocueva y el Museo de Altamira, en Santillana del Mar Perderte en el Laberinto de Villapresente Subir a las alturas en el Teleférico de Fuente Dé Disfrutar de la nieve en Alto Campoo Sentirte como en Juego de Tronos en el Castillo de San Vicente, en Argüeso Viajar al pasado en los Poblados Cántabros de Argüeso y Cabezón de la Sal Asombrarte ante la obra de Okuda, en Ruerrero y Reinosa Observar las estrellas en el Observatorio Astronómico de Cantabria, en Rocamundo Buscar el Pozo de los Lobos, en Revelillas Convertirte en un herrero en la Ferrería y Molino de Cades Que ver en Cantabria con niños Parque de la Naturaleza de Cabárceno Este atractivo parque se encuentra situado a tan sólo 17 kilómetros de la capital de la comunidad, la ciudad de Santander, en pleno valle del Pisueña. Fue construido en el lugar en que antaño hubo una antigua mina, en el municipio de Penagas y es uno de los lugares imprescindibles que ver visitar en Cantabria con niños. Parque de Cabárceno Cantabria El Parque es un zoológico al aire libre donde los animales (ciervos, rinocerontes, elefantes, gamos, monos y muchos más) se encuentran en régimen de semi-libertad. Se creó pensando en la conservación de especies en peligro de extinción con un doble objetivo: la educación ambiental y la investigación. El parque puede ser recorrido a pie, en bicicleta o en coche, y el total del trayecto es de 20 kilómetros, todos ellos vallados y perfectamente señalizados. Además realizan numerosas actividades para niños y demostraciones de técnicas de vuelo de las aves rapaces. Las instalaciones del parque son muy completas, y en el encontraremos una bonita zona de lagos, restaurante, teleférico, miradores, self-service, cafeterías, tiendas, aparcamientos, zona de picnic, parque infantil y enfermería. Asimismo, existe un área para caravanas. Museo Marítimo del Cantábrico, en Santander Este museo está considerado como uno de los más completos en de nuestro país en cuanto a su temática, que gira en torno al mar y a su relación con los hombres a lo largo de los siglos. Museo Marítimo del Cantábrico Cuenta con más de 3000 m2 de exposición, dividida en 4 secciones: La vida en la mar (Naturaleza-Biología Marina) Pescadores y pesquerías (Etnografía Pesquera) El Cantábrico y la mar en la historia (Historia marítima) Vanguardia tecnológica frente a la mar (Tecnología marítima) El principal objetivo del museo es la protección del patrimonio cultural marítimo. Península de la Magdalena Conocida también con el nombre de Real Sitio de la Magdalena, se trata, como su nombre nos indica, de una pequeña península perteneciente a la capital santanderina. Su extensión es de 24’5 Hectáreas, y su belleza espectacular, ya que desde ella se pueden contemplar la ciudad y su famosa bahía. Península de la Magdalena En la península se encuentran playas tan atractivas como la de Bikini o la del mismo nombre, la de la Magdalena. También se pueden admirar 3 carabelas pertenecientes al Museo de la Marina, un monumento dedicado a Félix Rodríguez de la Fuente e incluso un pequeño zoo en el que los niños lo pasarán muy bien con sus pingüinos, patos, focas y leones marinos. Además, disfrutarán también atravesando la península con el trenecito turístico destinado a este fin. Parque de aventuras Forestal Park El Forestal Park de Santander es un parque de aventuras en los árboles que a buen seguro que entusiasmará tanto a los pequeños como al resto de la familia. Parque de aventuras Forestal Park Cantabria Está situado en un enclave privilegiado, junto al Faro del Cabo Mayor, muy cerca de la famosa Playa del Sardinero. En el parque disfrutaremos de sus tirolinas, lianas, puentes tibetanos y muchos más juegos, más de 70 en total. Ecomuseo Fluviarium de Liérganes El objetivo de este museo es la divulgación de los sistemas fluviales cantábricos y una manera de acercar al visitante los paisajes pasiegos. Está situado en el municipio de Liérganes, destacando por sus instalaciones, de una gran calidad. El museo está formado por diversos espacios, entre ellos el área expositiva, que consta de 2 plantas y se encuentra dedicada al medio natural y el legado etnográfico pasiego. Ecomuseo Fluviarium de Liérganes También se puede contemplar el “fluviarium”, que se trata de la reproducción del hábitat de un río de la comunidad cántabra, donde se pueden observar sus ejemplares más característicos. Este centro educativo se completa con una sala de audiovisuales cuyo aforo es de 47 plazas y con un área de recepción donde el visitante podrá recibir toda la atención que necesite . El museo ofrece aún otros muchos alicientes al visitante, como la reproducción de una típica cabaña pasiega, con la que conoceremos las costumbres y tradiciones propias de esta carismática zona. También podremos contemplar un cubo expositor en el que se nos muestran algunos de los bellos prados de estas tierras, con sus respectivas cabañas, cuya finalidad es la de hacernos comprender la importancia que el agua tiene para la vida humana, así como también la gran riqueza que posee el mundo subterráneo. Neocueva y el Museo de Altamira, en Santillana del Mar Uno de los lugares que nadie debería dejar de visitar es la Neocueva y el Museo de Altamira, situado en el mismo municipio y muy próximo a la cueva. Neocueva y Museo de Altamira En él se exponen diversas piezas procedentes de la cueva, y el visitante aprende un sinfín de cosas referentes al proceso evolutivo del hombre, a través de medios audiovisuales. Aunque seguramente lo más sorprendente para la mayoría de personas es que el museo contiene una reproducción de la cueva a tamaño real. Se trata de la Neocueva. Al entrar en la Neocueva podremos ver abundantes carteles informativos, así como vídeos. Todos ellos muestran cómo vivían los habitantes de esta zona hace entre 13000 y 35000 años. En la Neocueva no sólo se ha conseguido una fiel reproducción de las pinturas sino también una ambientación íntegra de la cueva, incluyendo elementos como los altavoces o las luces. Laberinto de Villapresente El Laberinto de Villapresente se encuentra en la población del mismo nombre, Villapresente, perteneciente al municipio de Reocín. Formado por un entramado de cipreses cuya extensión es de 5625 m2, es el laberinto más grande de España. El recorrido por su interior es de más de 5 kilómetros de pasillos, las medidas de los cuales son de 2’5 metros de altura y de 1 metro de anchura. Se trata de unos jardines muy bonitos, inspirados en los laberintos ingleses de los siglos XVIII y XIX. Ideales para los paseos relajantes a la hora del sol Nieve en Alto Campoo La comunidad cántabra ofrece también a los aficionados al esquí la posibilidad de disfrutar de la nieve, ya que en ella se encuentra la estación de esquí Alto Campoo. Los niños se lo pasan muy bien en la nieve, y los más pequeños pueden aprovechar para aprender este atractivo deporte recibiendo alguno de los cursos que se imparten en la estación, con la garantía de que se encuentran en manos de buenos profesionales. La estación está situada en el municipio de la Hermandad de Campoo de Suso. En pleno valle de Campoo, rodeada de unos paisajes espectaculares. La zona esquiable sobrepasa los 30 kilómetros, incluyendo: 23 pistas (4 verdes, 10 azules y 9 rojas) 12 remontes (5 telesillas y 7 telesquís) circuito de fondo de 2,7 km snowpark Teleférico de Fuente Dé Otra de las actividades que les encantará a los niños es subir al teleférico de Fuente Dé, situado en plenos Picos de Europa, muy cerca de la localidad de Potes en Cantabria. El funicular salva un desnivel de 750 metros en tan sólo cuatro minutos, elevando al pasajero a unos 1850 metros de altitud en menos de 4 minutos y ofreciéndole una panorámica impresionante, tanto del Valle del Liébana como de las majestuosas cimas que lo rodean Se trata de un funicular con un recorrido ideal, tanto para quienes desean dar un paseo por los Picos de Europa o hacer una ruta de senderismo con los niños. Fuente Dé es el nombre que se le da a la estación inferior del teleférico, mientras que la estación superior recibe el nombre de Mirador de Áliva, aunque, popularmente, es conocido por los montañeros como El Cable. En esta estación superior encontraremos una cafetería, en la que sirven bebidas y comidas y en la cual podemos comer, así como una pequeña tienda de recuerdos y una amplia terraza que nos ofrece una espectacular panorámica de la comarca. Hay también un mirador exterior, conocido como Mirador de Áliva. Cueva el Soplao La Cueva el Soplao es una de las grandes maravillas de la geología que fue descubierta debido a la explotación de las minas de la Florida. Para comenzar con la visita, debemos recorrerla con un trenecito que nos lleva hasta la entrada de la cueva y que podemos recorrer a pie durante una hora más o menos de duración. En el interior de la cueva podemos contemplar las numerosas estalactitas, estalagmitas y diversas formaciones rocosas. Si vamos con sillas de bebe, estas no están permitidas, pero se te facilitará una mochila porta-bebes Poblados Cántabros de Cabezón de la Sal y de Argüeso Quienes deseen conocer cómo vivían antaño los habitantes de Cantabria lo mejor que pueden hacer es visitar alguno de sus poblados, como el de Argüeso o el de Cabezón de la Sal. El Poblado Cántabro de Argüeso nos permitirá también ponernos en la piel de los antiguos habitantes cántabros. Está situado en Argüeso, un tranquilo pueblo perteneciente al municipio de Campoo de Suso, en un bello paraje junto al Pico Tres Mares y muy cerca del nacimiento del río Ebro, a tan sólo 9 kilómetros de Reinosa. Se trata de una recreación de un antiguo poblado cántabro perteneciente a la Edad de Hierro. Lo forman un conjunto de casas con techos de paja y paredes de barro, piedra y madera. Podremos visitar el interior de estas viviendas, con lo cual podremos ver cómo se distribuían, cómo eran sus vasijas de cocina o cómo almacenaban los víveres, entre otras cosas igual de interesantes. El Poblado Cántabro de Cabezón de la Sal está situado en pleno corazón del valle del Saja, en el conocido como Picu La Torre. En él se pueden observar 3 construcciones circulares, que representan épocas distintas, y que permiten ver los cambios que fueron teniendo lugar, cambiando la vida de sus habitantes. En el lugar se puede ver, a través de una visita guiada, diferentes objetos, como un torno de alfarería, vestidos, un telar, cerámicas, aperos de labranza e incluso armas. Para complementar la visita, estos poblados nos ofrecen la posibilidad de realizar algún taller relacionado con la temática Observatorio Astronómico de Cantabria Ésta es una de las visitas que no debemos dejar de hacer si nos encontramos viajando por la comunidad cántabra, de manera especial si vamos acompañados de niños, ya que suelen gustarles mucho este tipo de lugares y todo lo relacionado con el firmamento. Este observatorio se ubica en el término municipal de Valderredible. Se trata de un centro divulgativo y didáctico cuyo objetivo es la astronomía en Cantabria. Posee diversos telescopios, poseyendo el principal unos 40 cm. de diámetro. Pueblos marineros de Cantabria El litoral cántabro no sólo nos ofrece la posibilidad de disfrutar de sus atractivas playas, sino que nos ofrece otros muchos alicientes, entre los cuales se encuentran el poder visitar sus atractivos pueblos costeros, algunos de ellos muy pintorescos o con pequeños puertos por los que da gusto el solo hecho de pasear, así como sentarse en la terraza de algunas de sus típicas tabernas para tomar un exquisito aperitivo mientras nos relajamos contemplando el ir y venir del lugar. Son muchos los pueblos de Cantabria para ir con niños que vale la pena visitar, aunque alguno de los que no te puedes perder son: San Vicente de la Barquera, Comillas, Santillana del Mar, Suances, Piélagos, Camargo, Noja, Santoña, Laredo o la ciudad de Santander. El capricho de Gaudí En la localidad de Comillas podemos encontrar un palacete también conocido como Villa Quijano construido por Gaudí por encargo de un indiano llamado Máximo Díaz de Quijano. Este palacete está considerado como una de las joyas del modernismo europeo y donde podremos visitarlo tanto por fuera como por dentro. Es un plan perfecto para hacer con niños, ya que nos ofrecen un mapa con diversos enigmas para descubrirlos junto con los niños.